En 1975, en un garaje del centro de Caracas, y con sólo 12 niños surgió El Sistema, un programa de educación musical infantil que se ha ramificado en 1,000 orquestas y coros por los barrios y pueblos de Venezuela. En esa ocasión, su fundador, el maestro José Antonio Abreu, les predijo a los primeros participantes que escribirían un nuevo capítulo en la historia de la música contemporánea. Tres décadas después El Sistema ha llegado a 50 países y ha beneficiado a un millón de niños y jóvenes.
El documental Dudamel: Let the Children Play prueba la internacionalización de El Sistema, siguiendo a uno de sus alumnos y divulgadores más destacados, el conductor de orquesta venezolano Gustavo Dudamel, director musical de la Filarmónica de Los Angeles.
Producido por la compañía miamense TV Planet, el emotivo material cinematográfico, que ofrece un recorrido por países muy diversos donde se muestra la fuerza y la importancia social de El Sistema, se proyecta hoy a las 7 p.m. en 450 salas de Estados Unidos. Entre éstas se cuentan ocho cines locales ubicados en los centros comerciales de Aventura, Dolphin, The Falls, Lincoln Road, Miami Beach y, más al norte, en Coral Springs (Magnolia Place 16) y en Fort Lauderdale (Cypress Creek Station y Cinemark Paradise).
"Gustavo refleja los valores de El Sistema: humildad, compromiso, genio absoluto, una gran pasión por la música y una capacidad de trabajo inagotable", dijo el director del documental, Alberto Arvelo, quien también formó parte de El Sistema, desde los nueve hasta los 17 años.
El cineasta venezolano, que desarrolló una amistad con Dudamel desde que filmó en el 2005 el documental Tocar y luchar -también sobre El Sistema-, considera que tiene muchos puntos en común con el director de orquesta de 31 años.
"Compartimos la confianza en la importancia del arte en la educación y la búsqueda de la belleza en la crianza de un niño", comenta Arvelo, señalando que aunque el filme sigue a Dudamel por diferentes escenarios del mundo y recoge momentos importantes de su carrera, como su primer concierto conduciendo la Filarmónica de Berlín, el objetivo principal es llevar el mensaje del músico.
Narrando sus sueños de infancia, e incluso ofreciendo un tour por la humilde habitación donde de pequeño dormía con su abuela, Dudamel muestra la lámpara de noche que "pretendía" eran las luces del escenario donde ofrecería su primer concierto.
"No es que El Sistema funcione sólo para un país que tiene características específicas, es que funciona para todo el mundo. Más que de música, que de notas, se trata del significado del arte en la humanidad. Alguien me puede decir que con el espíritu no se come, pero el solo hecho de que no te creas pobre, sino que te creas una persona digna dentro de tu posición social, te hace crecer'', dice Dudamel en un momento del documental, y quien busca generar esta fuerza en los niños y jóvenes con su trabajo en la Youth Orchestra de Los Angeles (YOLA).
Según explica Arvelo, Dudamel canaliza las teorías de Abreu, un economista y músico que confió en el poder transformador del arte. "Abreu se dio cuenta de que a través de la música se puede acceder a las comunidades más pobres para sembrarles esquemas de desarrollo social, de convivencia, disciplina, solidaridad y trabajo colectivo", añade el cineasta, que ha dirigido ocho filmes y obtenido 22 premios, entre éstos el del Público en el Festival Internacional de Cine de Miami en el 2006 por Tocar y luchar.
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