Creativo, inteligente, vanguardista, arriesgado, multifacético, carismático, luchador y soñador, son sólo algunos de los adjetivos que pueden emplearse para definir al director de orquesta venezolano, Gustavo Dudamel.
Este joven músico que nació en Barquisimeto el 26 de enero de 1981, actualmente encabeza la dirección tanto de la Filarmónica de Los Ángeles, como de la Sinfónica Simón Bolívar y de Gutemburgo con las cuales logró que su nombre se diera a conocer aún más en su país natal y también en el ámbito internacional.
Fue nombrado "Artista del Año", de acuerdo a las votaciones en línea organizadas en torno al evento británico llamado Gramófono a la Música Clásica, según una información publicada en su portal web oficial.
Dicha premiación se realiza anualmente en la ciudad de Londres y se considera como una de las más prestigiosas en materia musical. A veces son referidos como los Premios Óscar de la polifonía clásica.
Sin embargo, este no ha sido el primer galardón con el cual triunfa Dudamel, ya que desde que su carrera cobró auge ha sido merecedor de muchos otros más, como el otorgado en Bamberg, Alemania en el año 2004 correspondiente al concurso de dirección Gustav Mahler.
Doce meses después, en el 2005, recibió el Premio Anillo de Beethoven creado por la Sociedad de Amigos del Festival Internacional de Beethoven, con el cual se ganó el respeto de famosos conductores de orquestas como el inglés Simon Rattle y el italiano Claudio Abbado.
La fama no cesa
En el 2007, a pesar de no haber obtenido ningún reconocimiento, dirigió la Orquesta Sinfónica de la Radio de Stuttgart en un concierto conmemorativo al octogésimo cumpleaños del Papa Benedicto XVI, cuya audiencia estuvo colmada tanto por el protagonista de ese recital como por otros dignatarios honoríficos de la Iglesia Católica.
Por su parte, en Venezuela se alzó -entre muchos otros- con el Doctorado Honoris Causa de la Universidad del Zulia (LUZ). Sin duda alguna, Dudamel supo ganarse con su inagotable talento y humildad a millones de personas que siguen y admiran su trabajo como músico y visionario.
A través de las labores que desempeña en el Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, ha logrado que tanto pequeños como adolescentes venezolanos persigan el éxito a través de partituras y notas musicales.
También recibió la Orden Francisco de Miranda en su primera clase de manos del presidente Hugo Chávez y fue nombrado padrino oficial de la Misión Música, con la cual se busca que al menos un millón de niños se integren al mencionado sistema.
En 2009 fue condecorado con la orden francesa de Caballero de las Artes y las Letras; y de allí en adelante sus dotes artísticos se han perfeccionado, ya que según reseñan diversos medios nacionales e internacionales, cada día pule más su técnica, genera nuevas sensaciones y transmite innumerables sentimientos en todos aquellos que disfrutan de sus piezas y melodías.
Eternamente afortunado
El aclamado artista nacional, una vez que se enteró que había logrado conquistar el popular "Gramófono" que lo convertía en el máximo representante de la música clásica bajo el título de "Artista del Año", se declaró eternamente afortunado a través de un video dirigido a todas aquellas personas que votaron por él. Dijo que le gustaría compartirlo con los otros nominados y finalmente expuso que la dirección de orquestas es la pasión más grande de su vida.
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