Aún recuerdo cuando en mi primera rueda prensa me tocó entrevistar a Edgar Ramírez. En aquel momento el motivo era el estreno del film venezolano Cyrano Fernández, y los nervios de una inexperta y precoz periodista se hacían notar. Hoy me tocó ir tras la pista de este personaje y aunque el reto de conseguir unos minutos con él no fue nada fácil lo conseguí y escasos minutos fueron suficientes para conversar con él sobre sus triunfos y futuros proyectos.
Una invitación por parte de la Alianza Francesa, quienes ofrecerían un encuentro con el actor y algunos estudiantes de esa institución, fue la oportunidad perfecta para concretar el encuentro. Varias horas de espera, calor y la euforia de cientos de jóvenes que aclamaban la presencia del criollo, fueron justas y necesarias para cumplir mi cometido.
Varias películas, nominaciones y premios han pasado desde que lo entrevisté por primera vez. Un Edgar más maduro, seguro de sí mismo y con la misma sencillez que siempre lo ha caracterizado concedió unos instantes a los periodistas que dimos con su rastro en aquella quinta de La Castellana.
Luego de su participación en la miniserie para televisión Carlos, el venezolano se enfrentó a un nuevo reto actoral: Furia de Titanes. "Ya terminé de grabar. La experiencia fue maravillosa", enfatizó respecto a este nuevo compromiso, que representó su primer papel protagónico en una película grande en Estados Unidos.
Con respecto a este nuevo film, Edgar explicó el giro que esta versión busca generar, "es una película en la que se quiso elevar completamente la franquicia y transformarla en una película más en la onda de Gladiadores y El Señor de los Anillos; más allá que parezca una producción de video que es un poco lo que se ve con la primera".
Al momento de tocar el tema del cine venezolano, los ojos de Edgar se iluminan y una sonrisa se planta en su rostro. "Estoy muy contento porque cuando yo comencé a hacer cine acá se estrenaba una película por año, ahora son más de 15 anualmente en promedio y eso es maravilloso", explicó el andino con un regocijo que difícilmente puede ocultar.
Edgar está convencido, sin dudarlo por un minuto, de que su carrera profesional se divide en un "antes" y un "después" luego de su participación en Carlos. "Es una película que representa un 'parteaguas' en mi carrera y me siento muy contento", manifestó lleno de orgullo y ¿cómo no estarlo? Este proyecto le ha traído una serie de satisfacciones en su haber como actor, tal es el caso de sus nominaciones en los Screen Actors Guild Awards, Golden Globe, Círculo de Críticos de Cine de Londres y su estatuilla como mejor actor en los Premios César.
Sobre los próximos proyectos que llevará a cabo no pudo adelantar mucho, sin embargo, adelantó que los tiros apuntan a que estarán vinculados con Estados Unidos, Europa e incluso América Latina. "Estoy viendo cómo vamos a cerrar el resto del año, sé que tengo un proyecto de una historia de amor que voy a hacer en Francia, pero todavía hay que esperar", adelantó sin ofrecer mayores detalles.
El boom de talento nacional que se ha generado este último año en distintos ámbitos es digno de reconocer y aplaudir por cualquiera y Ramírez no escapa de ello. "Aquí hay muchísimo talento. La Vinotinto está en el lugar que está, Chino y Nacho ganaron el Grammy, Gustavo Dudamel es el director que es (...) nosotros tenemos muchas cosas que dar en el país y hay que creerse que el mundo quiere nuestro talento y que nos está mirando", recalcó para cerrar este pequeño encuentro durante su corta estadía en el país. Mañana -14 de julio- partirá a continuar con sus compromisos profesionales.
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