El abogado César Enríquez buscará la sentencia absolutoria para su clienta María Celeste Fernández, quien fue sentenciada a ocho años de prisión por envenenamiento en contra de la actriz Gabriela Spanic.
La sentencia fue apelada por los abogados de la ex representante de la actriz inmediatamente después de que el Juez 67 penal, Enrique Juárez, dictara la sentencia argumentando que no se tomaron en cuenta las pruebas de la PGR y los exámenes médicos que se aplicó Gabriela Spanic en un laboratorio que, de acuerdo con la parte defensora, ni siquiera existe.
En rueda de prensa los papás de Celeste, Horacio Fernández y Susana Babio, aseguraron que Spanic estaba obsesionada con su hija, "al grado de que no la dejaba tener amigos, le daban celos porque a Celeste nunca la dejaba salir sola, y con su alcoholismo perdía la razón. Ella (Celeste) me decía que cuando estaba alcoholizada y tenía que grabar no la podía ni levantar de la cama y ni siquiera podía cuidar a su hijo", dijo el padre.
La madre de Celeste aseguró que su hija le llamaba por teléfono desesperadamente: "Me decía que estaba harta y que le iba a renunciar; de hecho, Spanic le compró un boleto a Argentina para que se tomara unas vacaciones y se relajara, pero lo que ella (Spanic) estaba planeando era armar todo porque cuando regresó (Celeste) de Argentina, dos policías de investigación ya la estaban esperando en la casa de Spanic".
Alejandro Rocha, otro de los abogados de Celeste, aseguró que nunca se realizaron las pruebas para encontrar las huellas digitales de la inculpada en dos frascos que contenían sulfuro de amonio, aparentemente encontrados en la bolsa de Celeste recién llegada de Argentina.
El abogado César Enríquez aseguró que para que se presenten las nuevas pruebas tendrán que pasar de dos a tres meses.
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